El Gobierno de Peña cerrará con un nivel récord de endeudamiento.

El nivel de deuda pública cerrará en un nivel récord el sexenio, pese a todo lo que se ha hecho para controlarla, incluido el uso de recursos del Banco de México.

Para este año, la deuda, en su medición más amplia, o Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, será equivalente a 49.5 por ciento del PIB, según los precriterios de política económica. Y se ubicará en 49.2 por ciento para 2018.

La estimación de 2017 ha mejorado porque se ha usado el remante de operación del Banco de México por más de 321 mil millones de pesos que fueron transferidos este año, según reconoce la propia Secretaría de Hacienda en sus informes.

Sin embargo, y pese a los esfuerzos por mejorar los niveles de deuda, esta medida aún se encuentra lejos del nivel que registró al inicio del sexenio.

Al cierre de 2012, la deuda pública en su medida más amplia equivalía a 37.7 por ciento del PIB, lo que implica que incluso con las reducciones estimadas para los dos últimos años del sexenio, la deuda mostraría un incremento de 9 puntos porcentuales.

Durante los primeros cuatro años de la Administración, la deuda se ha incrementado en 12.4 puntos del PIB al ubicarse en 50.1 por ciento al cierre de 2016. Se espera que para los dos años siguientes, ésta baje 0.9 puntos.

“Esas medidas que ahora se están aplicando deberían haberse aplicado con anterioridad”, señaló Enrique Díaz Infante, subdirector del Centro de Estudios Espinoza Yglesias.

Además, explicó que el problema con las finanzas públicas de México es de carácter estructural, y que es necesario un análisis profundo del gasto.

De acuerdo con Hacienda, desde 2016 se han utilizado diversas herramientas de manejo de pasivos, entre los que destacan permutas y recompras de valores, con el fin de mejorar el perfil de la deuda.

Sin embargo, aunque buena parte de estas medidas han sido implementadas con el uso del remanente de Banxico, también se han realizado importantes recortes del gasto público.

Si bien, el discurso de la Secretaría de Hacienda gira entorno a que las reducciones en el gasto son un sacrificio necesario para contener la deuda, Díaz Infante afirmó que el precio puede ser muy alto al comprometer el desarrollo económico y social.

“Lo que hacemos es afectar la inversión en capital humano para no aumentar el endeudamiento”.

Tan sólo en 2016, este rubro del gasto sufrió una reducción de 8.3 por ciento, en términos reales.

De acuerdo con las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional los objetivos de los requerimientos financieros deben establecerse para el largo plazo con techos a los recursos que el sector público necesita.

Este artículo apareció el miércoles 02 de agosto 2017 en @Time.

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