Cualquier asunto pensionario que no venga acompañado del tema hacendario para poder entender cuál será la fuente de ingresos para subsidiar las pensión universal de adultos mayores es una irresponsabilidad, comentó Enrique Díaz Infante, especialista en seguridad social y sector financiero del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
El especialista, aseguró que sin una reforma fiscal no existirá otra opción más que pasar la tijera al presupuesto en salud, educación o infraestructura como ya ha sucedido en este gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador y en el pasado a cargo de Enrique Peña Nieto.
En este sentido se quitan recursos para la formación de capital humano y capital físico en detrimento del crecimiento económico para pagar las pensiones de los adultos mayores; además, Infante señaló que incrementar las pensiones es un tema de rendimientos electorales para Morena.
“Está mal, también, en cuanto al desarrollo demográfico del país, somos una sociedad que está envejeciendo en donde la expectativa de vida es mayor a los 73 años, entonces le bajamos la edad a las pensiones universales a 65 años; además, esta reducción de edad no se hizo de la mano del Consejo Nacional de Población, sino de la mano de los asesores electorales de Morena”, comentó en entrevista.
Una reforma fiscal importante
Por su parte, Samuel Montañez, catedrático de la Universidad Panamericana, comentó, en entrevista, que se requiere de una reforma fiscal importante para poder sostener el programa de la pensión universal a los adultos mayores.
En este sentido, agregó que no se debe de gravar más al empleo formal, a través del Impuesto sobre la Renta, sino crear impuestos directos al consumo, empezando por algo polémico como quitar la tasa cero del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en alimentos y medicinas o agregar más impuestos especiales.
De igual manera, Díaz Infante comentó que no se sabe aún sobre esa posible reforma hacendaria y por lo tanto quienes contribuirán más; sin embargo, se podría esperar que se grave con IVA a los alimentos y medicinas, y aunque sea políticamente incorrecto, en un época de recesión económica es debatible y analizable. Además que habría que ver cómo incorporar más gente a la formalidad y por ende se paguen más impuestos
“La propuesta de reforma fiscal indicada es la que no sólo se cargue el peso de las finanzas públicas a las personas con un empleo formal (asalariados) porque en un país en donde 60% de la Población Económicamente Activa está en la situación laboral informal, entonces es la minoría quien debe de cargar con las finanzas públicas del país, cosa que no funciona”, comentó Montañez.
Esta declaración empata con lo dicho por el especialista del CEEY, en donde mencionó que México es un país que tiene una baja recaudación tributaria y esto es principalmente por la estructura del mercado laboral.