Propuestas 2018 | José Antonio Meade y el “continuismo”

Es una máxima de la economía: todos nos enfrentamos a la escasez y para enfrentarla es preciso que los individuos, las empresas, los gobiernos y las sociedades hagan elecciones.

Las “elecciones” que hace un gobierno en materia de economía son, tal vez, las más complejas y determinantes del futuro de un país, además de que influyen en cada uno de los aspectos de la administración de un Estado.

En ese sentido, es vital comprender las propuestas económicas de los aspirantes presidenciales del país y no sólo hacerlo a través de las declaraciones que surgen en evento público o que los postulantes a jefes de Estado tienden a hacer “al calor” de un debate político, sino enfocarse las registradas ante las autoridades electorales.

En opinión de Fausto Hernández, doctor en Economía y profesor en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), las plataformas de los cuatro candidatos presidenciales “son cartas de buenas intenciones que presentan puras generalidades”.

“La economía es un rompecabezas muy difícil de armar y cada pieza tiene que embonar, nos presentan muchas piezas pero que no van a embonan necesariamente y que son inconsistentes entre sí”.

Sin embargo, entre las “generalidades” de las plataformas económicas es posible elaborar un análisis de las propuestas de los candidatos. En ese sentido Forbes presenta una serie de análisis enfocados en las propuestas para “enfrentar la escasez” de los candidatos.

Meade y el continuismo

El Eje 1 de la plataforma electoral 2018 registrada ante el INE del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que acompaña a José Antonio Meade en su búsqueda por la presidencia se enfoca en delinear las medidas económicas que se emprenderían durante el sexenio.

Titulado “Una economía abierta y dinámica que beneficie a las familias mexicanas”, se integra por 17 puntos, y destaca la transición que emprendió la presente administración con la reforma energética, la de telecomunicaciones y en el sector financiero; así como la creación de Zonas Económicas Especiales.

Sin embargo, reconoce que es necesario “transitar hacia mayores niveles de productividad y desarrollo para todos los mexicanos”, y agrega que se buscara crear nuevas oportunidades de negocios para impulsar a sectores económicos del futuro y que los trabajadores cuenten con un salario que les permita acceso “no sólo a lo mínimo sino a lo justo”.

La plataforma muestra la intención de “continuismo” de las Reformas estructurales que se delinearon en el sexenio de Enrique Peña Nieto, señalaron expertos consultados por Forbes México.

“La definiría como el continuismo un ‘todo lo que estamos haciendo está bien y lo voy a seguir haciendo’, pero no deja de ser un diagnóstico equivocado, no hay autocrítica. Por ejemplo, hay que corregir las barreras que provocan que seamos un país informal y no hay propuestas sólidas ni un diagnóstico de eso”, apuntó Hernández.

La primera propuesta, “preservar la estabilidad macroeconómica”, señala que es necesario continuar siendo un referente de estabilidad y de gasto equilibrado, además de buscar aterrizar esos logros en la economía familiar.

Proteger los intereses en América del Norte y ampliar lazos comerciales, fomentar la competencia económica en todos los sectores, promover el desarrollo regional para reducir desigualdades, ampliar el acceso a vivienda para todos, impulsar fuentes de energía limpias y alcanzar el acceso universal a internet integran las propuestas en materia económica.

Respecto al aumento de la productividad, el documento señala que se logrará a través del desarrollo de la infraestructura.

El texto agrega: apoyar al campo para detonar potencial agroalimentario, continuar la expansión del sector turístico potenciar el bono demográfico, apoyar a las pymes, impulsar la economía social, mejora regulatoria y simplificación de trámites y transitar hacia formas de producción y consumo responsables que incorporen la gestión eficiente de recursos a lo largo del tiempo.

Si bien la continuidad a las reformas estructurales y a las líneas económicas establecidas en sexenios priistas no resulta negativa, no se encuentra un programa agresivo de combate a la corrupción, apuntó Enrique Díaz-Infante Chapa, director del programa de Sector Financiero y Seguridad Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias.

“México tiene un serio déficit en materia de combate a la corrupción y eso ahuyenta a los capitales, en las calificadoras de riesgo incorporan el tema de la corrupción por impacto en la fortaleza institucional, cuando ya tienes cubiertos los temas de la macroestabilidad económica, lo que se tiene que enfocar es combate a la corrupción, es el Estado de Derecho y no hay una propuesta clara”, recordó.

Además, dijo que este programa difícilmente resulta atractivo para la mayoría de la población.

“Los votantes se encuentran en un estado de hartazgo y están dispuestos a enfocarse al cambio”, afirmó Díaz-Infante Chapa.

Este artículo apareció el viernes 13 de abril 2018 en Forbes.

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